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6 consejos candentes para el squirting
La llamada „yaculación femenina”, a menudo denominada squirting, fascina a muchas personas. Para algunos es un mito, para otros una experiencia muy real. Lo cierto es que el squirting es posible e incluso se puede provocar de forma intencionada. Pero para ello se necesita paciencia, conocimiento y la técnica adecuada.
Muchas mujeres no experimentan el squirting de forma espontánea, sino cuando se concentran en ello. La buena noticia es que, con un poco de práctica, curiosidad y los estímulos adecuados, el cuerpo puede acercarse gradualmente a esta sensación de placer tan especial. Aquí descubrirás cómo prepararte para tu experiencia personal de clímax 2.0.
1) La relajación es la base
El squirting solo funciona cuando el cuerpo puede relajarse. El estrés, la presión o la tensión bloquean la intensidad de la excitación. Por lo tanto, es fundamental contar con un espacio tranquilo y seguro, un ambiente agradable y tiempo suficiente. Cuanto más relajada estés, más fácil le resultará a tu cuerpo aceptar nuevas sensaciones.
2) Familiarizarse con tu propio cuerpo
La eyaculación femenina se produce principalmente por la estimulación de la llamada zona G (a menudo denominada “Punto G”). No todas las mujeres perciben esta zona de forma clara de inmediato; puede que se necesite algo de práctica para encontrar el punto exacto. La masturbación es una forma valiosa de descubrir, sin presiones, cómo se siente la estimulación en esta zona.
3) Aplica la presión correcta
A diferencia de la estimulación clitoriana, que suele ser suave y rítmica, la zona G a menudo necesita un poco más de presión. Muchas mujeres describen una sensación intensa, casi apremiante, que al principio puede resultar extraña o incluso sentirse como si tuvieran que ir al baño. Aquí es donde vale la pena ser paciente, porque de esta sensación puede surgir el squirting.
4) El ritmo adecuado
Además de la presión, el ritmo también juega un papel importante. Los movimientos que actúan como una señal de “ven aquí” (dedo o juguete ligeramente curvado hacia dentro) han demostrado ser efectivos para muchas mujeres. Sin embargo, es fundamental observar tu propio cuerpo y descubrir qué te sienta bien, ya que cada mujer reacciona de manera diferente.
5) Apoyo mediante juguetes
Los juguetes sexuales pueden ser de gran ayuda, especialmente para el squirting. Los vibradores especiales para el punto G o los dildos curvados están diseñados para estimular específicamente la zona G. Los modelos con modos de vibración, como los de Intima, intensifican aún más la sensación y facilitan el juego con la presión y el ritmo. La combinación con la estimulación del clítoris también puede aumentar significativamente el efecto y llevar al cuerpo al límite del squirting.
6) Relájate y déjate llevar, en lugar de controlarlo todo
Quizás el consejo más importante es que el squirting no se puede forzar. Si intentas demasiado conseguirlo «de una vez por todas», te bloqueas a ti misma. En cambio, se trata de disfrutar del momento y ceder el control de forma consciente. Muchas mujeres cuentan que lo consiguieron justo cuando dejaron de intentar forzar el orgasmo y, simplemente, se dejaron llevar.
El squirting no es un truco que se pueda activar a voluntad, sino una combinación de relajación, confianza, estimulación y la disposición a probar cosas nuevas. Ya sea a solas o con una pareja, quien se tome el tiempo de conocer su propio cuerpo puede experimentar esta forma de placer. Los juguetes que estimulan específicamente la zona G pueden facilitar e intensificar aún más el proceso. Al final, lo importante no es si funciona o no, sino que disfrutes experimentando y sintiendo placer.